lunes, septiembre 17, 2007

Karma


El Doctor Pérez murió de un ataque en plena sala de quirófanos. Volvió a la vida. Vio con terror una aspiradora emerger en el cálido útero maternal. Un grito sordo, un brazo desprendido. Esta vez, él sería el abortado

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No he leido todos pero en general me parecen muy, muy buenos cuentos.
saludos.

Erath J.H. dijo...

Gracias, espero tengas tiempo de leerlos después.

Un saludo afectuso.